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viernes, 26 de abril de 2013

Cocinar pizzas, todos sus secretos



Las tres reglas de oro para una pizza perfecta son: amasar bien la pasta, dejar fermentar el tiempo necesario y hornear a temperatura elevada. Sigue leyendo y aprenderás como conseguirlo.

Historia de la pizza

La elaboración de las primeras pizzas se remonta a los tiempos antiguos, cuando ya entonces consistían en la preparación de una masa dobada en dos, con un relleno dentro, que se cocía sobre piedras calentadas: se trataba del “calzone“.

La forma actual de la pizza tiene su origen a principios del siglo XIX, momento a partir del cual el tomate se vuelve el ingrediente protagonista de este plato, a pesar de que muchos otros tipos de condimentación se venían utilizando ya desde finales del siglo XVII.

En Nápoles, en 1830, se abre la primera pizzería: anteriormente, eran los vendedores ambulantes quienes preparaban y vendían la pizza por la calles.

Los primeros hornos se construyeron en ladrillo y más tarde fueron de piedra volcánica, pues eran los únicos materiales que permitían alcanzar las temperaturas necesarias para la buena cocción de la pizza.
Receta de masa para pizza tradicional

Ingredientes para 4 pizzas:

40 g de levadura de cerveza
600 g de harina más la necesaria para la superficie donde amasar.
4 cucharadas de aceite de oliva virgen
2 pellizcos de sal

Preparación de la receta:

Deshacer en un bol la levadura de cerveza en 5 cl de agua templada.
Poner 60 g de harina en forma de volcán sobre una superficie y echar en el centro la levadura de cerveza diluida.
Amasar con cuidado para obtener una pasta homogénea y poner la masa en un cuenco espolvoreado con harina. con la punta de un cuchillo hacer un corte con forma de cruz en la masa, cubrirla con un paño y dejar fermentar durante 1 hora a temperatura ambiente (unos 20º C)
Echar el resto de la harina en un cuenco. Poner en el centro la masa ya fermentada, el aceite, un poco de agua templada y la sal.
Mezclar la harina con los otros ingredientes y trabajar la masa hasta obtener una pasta lisa y homogénea.
Dividir la pasa en 4 partes del mismo peso, formar una bola con cada una y ponerlas en una superficie enharinada.
Taparlas con un paño y dejar que fermenten al calor durante 1-2 horas.
Ahora, extender la primera bola de masa fermentada. Estirar la masa girándola 7 veces por un cuarto de vuelta para obtener así un disco.
Repetir la misma operación con las otras bolas de masa y cubrirlas con el condimento elegido.
Cocer en el horno a temperatura muy alta (unos 250 ºC). El tiempo de cocción depende del grosor de la masa y del tipo de guarnición.




Hígado de ternera con bacon y mostaza



Ingredientes para 4 comensales:

6 filetes de hígado de ternera (125 gr. cada uno)
6 lonchas finas de bacon
mostaza
¼ litro de aceite de oliva
sal.

Preparación de la receta:

Se pone un poco de sal en una de las caras de cada filete; la otra se unta de mostaza, bastante para que cubra bien.
En una sartén se pone el aceite a calentar y se fríen bien fritas las lonchas de bacon. Se reservan al calor (a la boca del horno). Se quita casi todo el aceite, dejando sólo un poco que cubra el fondo de la sartén.
Estando este aceite apenas templado, se ponen uno o dos filetes a la vez y, a fuego mediano, se fríen 5 minutos de cada lado (más o menos, según el gusto de cada cual). Una vez fritos los filetes, se ponen en una fuente con las lonchas de bacon sobre la cara del filete que tiene la mostaza, y se sirven con patatas o verduras, según se quiera.




Filetes de hígado de ternera con vino blanco



Ingredientes para 6 personas:

6 filetes de hígado de ternera (125 g cada uno)
harina en un plato
1 vaso de aceite de oliva
1 vaso de vino blanco,
1 pellizco de hierbas aromáticas
unas hojas de laurel
1 cucharadita de perejil picado
sal

Preparación de la receta:

Se salan los filetes de hígado por las dos caras y se pasan por un plato con harina, dándoles un poco con los dedos para que la harina se pegue, pero también para quitar la sobrante. En una sartén amplia se echa el aceite; cuando está caliente (pero no mucho, pues el hígado está mejor frito lentamente que arrebatado), se fríen los filetes por las dos caras rápidamente.
Se dejan en la sartén y se espolvorean ligeramente con el pellizco de hierbas aromáticas (las hojas de laurel y el tomillo) en polvo. Se le echa el primer vaso de vino. A fuego mediano se deja consumir este vino, se da una vuelta a los filetes y se rocían con el segundo vaso de vino.
Cuando la salsa haya cocido un poco, se sirven en una fuente los filetes espolvoreados con el perejil y rociándolos con la salsa que hay en la sartén.
Podemos acompañar con puré de patatas y con un salteado de pimientos y zanahorias en tiras.


Fuente cocina.lapipadelindio.com

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