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domingo, 26 de junio de 2011

Cocinas para comprar sin salir de casa




Ya sabemos que las tiendas online están al fin despegando en nuestro país, hace tiempo que fuera de España triunfan pero parece que aquí no hemos adoptaco aún esa otra forma de comprar. Pero me ha sorprendido esta noticia ya que la franquicia Cocinas.com no sólo ha abierto sus tiendas sino que ahora también presenta la primera tienda online de venta de muebles de cocina en kit, ahorrando en costes y ofreciendo calidades superiores a precios inigualables en el mercado.

A través de la web www.cocinas.com los clientes pueden acceder a la tienda virtual donde disponen de una oferta de 44 modelos de muebles de cocina y hasta 2.500 configuraciones diferentes. El precio de las cocinas de tamaño medio en la tienda online es de unos 1.500 euros.
Los productos de Cocinas.com se entregan en kit por lo que son muy fáciles de montar sin conocimientos previos adquiridos y sin herramientas especiales. Además en la web hay disponibles vídeos de montaje que se pueden descargar para hacerlo de forma simple. Una vez recibida la mercancía, se puede optar por el “háztelo tú mismo” o que la franquicia más cercana envíe un equipo profesional para que realice la instalación de forma económica. Y para los montadores profesionales, es una buena opción para disponer de los materiales en un corto plazo de tiempo.
El plazo de recepción de tu cocina será de 5 días laborables en la península para los modelos de servicio inmediato y 15 días para modelos especiales. Esto sí que me sorprende, !qué rapidez!

Se pueden adquirir los muebles desde cualquier punto de España sin tener una tienda cerca del lugar de residencia o realizar desplazamientos.
Y por supuesto, si los muebles recibidos tienen cualquier desperfecto, en las 24 horas siguientes a la recepción del pedido se puede solicitar su reemplazo sin problemas.

Así que ya sabéis. Yo creo que si vives en una gran ciudad prefieres ir a verlas, pero hay mucha gente que no dispone de muchas tiendas de cocinas cerca, y lo compran igualmente por catálogo. O incluso otras personas que lo compran en el catálogo de Ikea y luego lo montan ellas mismas en su casa. Pues para esos valientes, aquí hay otra opción.


Si se cocina correctamente, el pescado puede ser de beneficio para el corazón de la mujer


HealthDay News/HolaDoctor) Según un estudio reciente, el pescado, conocido desde hace tiempo por ser saludable para el corazón, cuando se hornea o se asa a la parrilla también protege contra el desarrollo de insuficiencia cardíaca.

La investigación, que dio seguimiento a más de 84,000 mujeres posmenopáusicas durante un promedio de 10 años, halló que aquellas cuyas dietas incluían más pescado horneado y asado a la parrilla es decir, cinco o más raciones a la semana tenían un riesgo de insuficiencia cardíaca 30 por ciento más bajo, en comparación con las mujeres que comían menos de una ración al mes.

"Una relación directa entre el pescado y la insuficiencia cardíaca no es necesariamente intuitiva porque podría esperarse que proteja contra los ataques cardíacos", comentó el autor principal del estudio, el Dr. Donald Lloyd-Jones, un cardiólogo preventivo y director del departamento de medicina preventiva de la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern University, en Chicago. "Pero este no es el mecanismo que opera aquí y considero que eso es algo interesante. También es interesante que la forma en que se prepara el pescado sea tan importante como el tipo de pescado que se consume".

El estudio aparece publicado el 24 de mayo en la revista Circulation: Heart Failure.

Según el estudio, comer el pescado frito, lo que antes se asociaba con mayores riesgos de accidentes cerebrovasculares, se asocia con un mayor peligro de insuficiencia cardíaca, y una sola ración a la semana se asoció con un riesgo 48 por ciento mayor.

Además, los pescados oscuros como el salmón, la macarela y la anchoa se asociaron con riesgos más bajos que los que representan ya sea el atún o el pescado blanco como el lenguado, el pargo o el bacalao.

Según las investigaciones anteriores, los ácidos grasos omega 3 presentes en el pescado reducían los riesgos de enfermedad cardiovascular al disminuir la inflamación y mejorar la presión arterial, así como también la función del corazón y de los vasos sanguíneos.

Lloyd-Jones comentó que su estudio no revelaba una relación específica entre los ácidos grasos omega 3 y la insuficiencia cardíaca, en comparación con la enfermedad cardíaca en general, pero apuntó que la ciencia continúa desentrañando todos los aspectos nutricionales del pescado. La insuficiencia cardíaca se caracteriza por la incapacidad del corazón para bombear sangre suficiente al resto del organismo.

"Es posible que no conozcamos los otros componentes pero esa es la razón por la cual comer pescado es mejor que tomar un suplemento", comentó. "Es realmente necesario consumir alimentos. Esto es sin duda una parte importante de un patrón alimentario saludable".

El estudio de Lloyd-Jones se basó en los datos de 84,493 mujeres de entre 50 y 79 años que formaban parte del estudio Women's Health Initiative (Iniciativa de Salud de las Mujeres). La gran mayoría de las participantes eran blancas (85 por ciento), mientras que 7 por ciento eran afroamericanas y 3 por ciento hispanas.

La principal limitación del estudio fue su naturaleza de observación y el hecho de que las propias participantes informaran acerca de sus hábitos alimentarios, comentó Lona Sandon, profesora auxiliar de nutrición clínica de University of Texas Southwestern, en Dallas.

"Lo que no se sabe es si estas mujeres han estado comiendo cinco raciones de pescado horneado o asado a la parrilla durante toda su vida, o si es algo que empezaron a hacer a partir de los 50 años", comentó Sandon. "También es posible que tengan un estilo de vida más activo y consuman menos grasa saturada. De modo que probablemente haya muchas diferencias en la ingesta nutricional general".

En realidad, el estudio indicó que las participantes cuyas dietas incluían más pescado horneado y asado a la parrilla solían estar más sanas y lucir más jóvenes que sus homólogas que comían pescado frito, además de que hacían más actividad física y tenían una mejor condición física. Además, eran más educadas, menos propensas a fumar y mostraban menor incidencia de diabetes, presión arterial alta y enfermedad cardiovascular.

"Indudablemente es prometedor que [el pescado horneado y asado a la parrilla] tuviera esencialmente un efecto protector", comentó Sandon. "Eso se corresponde con lo que sabemos por otros estudios: el pescado contiene algo que es bueno para nosotros. Y el pescado no frito también contiene algo que es bueno para nosotros".


Intolerancia a la lactosa, ¿y ahora qué?

Es muy curioso, podría estar mucho mejor preparado para que la noticia fuese “me han descubierto intolerancia al gluten”. Pero no, la noticia ha sido, “soy intolerante a la lactosa“. Esto me ha pasado hace un par de días y siendo yo el que cocina en casa la cosa se complica.

No soy yo el que tiene la intolerancia pero lo es quien vive conmigo. Depende de lo que yo le cocine y por lo tanto de lo que a partir de ahora pueda adaptarme a la nueva situación para que ella no sufra los perjuicios de tomar lactosa.

Bueno, todavía estamos muy al principio del problema y no sabemos que profundidad exacta de intolerancia puede tener, a lo mejor solo se queda en los lácteos y sus derivados y sí puede tomar cosas que lleven excipientes de lactosa o trazas de leche en poca cantidad.

Un mundo nuevo, sin lactosa, en tu cocina

El hecho es que se abre un nuevo mundo en la cocina y sobre todo en la mente de uno mismo que a partir de una fecha debe dejar de comer una serie de cosas que antes comía de forma habitual. Por lo tanto lo primero es un esfuerzo psicológico por adaptarte.

Lo segundo es empezar a encontrar sustitutivos para algunos de los productos, y de entre todos los sustitutivos empezar a probar cual te convence más. La tarea es difícil.

Hay un tercer paso, que bien puede darse nada más conocer la noticia, que es mirar los envases de los productos y darte cuenta la cantidad de cosas que tienen lactosa o derivados de la lactosa. Vamos, hasta las “gulas” tienen, los rebozados de los congelados, los embutidos, etc.

Hay algo que me ha sorprendido, y que si bien cada vez hay más cosas que se pueden comer, es increíble que no haya la misma concienciación (todavía escasa) que con los productos sin gluten. Nos falta mucho de muchas cosas. Pero no nos damos cuenta que cada vez hay más alérgicos, más intolerantes alimenticios y cada vez permitimos que se fabriquen cosas menos sanas.

Fotos | TeryKats | A writer afoot

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